El pasado viernes 10 de noviembre el Consejo de Ministros aprobó la remisión a las Cortes Generales el Proyecto de Ley Orgáncica de Protección de Datos (LOPD), el nuevo texto que sustituirá a la actual LOPD.
El propósito de este proyecto es adaptar la legislación española a las exigencias del Reglamento UE 2016/679 General de Protección de Datos, reglamento que como sabemos entrará en pleno funcionamiento el próximo 25 de mayo de 2018.
Destacamos a continuación algunas novedades significativas en el entendimiento de que esta Ley Orgánica no podrá legislar contraviniendo lo ya regulado en el Reglamento aunque sí matizar algunos aspectos. Recordemos igualmente que los reglamentos comunitarios no precisan de trasposición, por lo que esta nueva LOPD contemplará aspectos que el Reglamento no deja desarrollados o remite a la regulación de los estados miembros.
La mayoría de edad para los datos personales
Se adelanta la edad de consentimiento para el tratamiento de datos a 13 años. Un menor de 13 años podrá facilitar sus datos personales por sí mismo y sin el consentimiento de sus padres o tutores (actualmente la edad es de 14 años).
Tratamiento de datos de las personas fallecidas
Se toma en cuenta especialmente en lo que se refiere a la solicitud de los herederos (pensemos en las nuevas realidades de las redes sociales y la posible cancelación de los datos ejercitada lógicamente por los herederos de las personas fallecidas).
Consentimientos
Siendo este uno de los temas críticos del nuevo RGPD, se contempla igualmente en el proyecto eliminándose el consentimiento tácito y por silencio para dar paso a la acción afirmativa y expresa. Se acabó el «acepto» para múltiples finalidades o el «si no nos dice lo contrario»…
Principio de transparencia
Otro principio acuñado por el RGPD y que se traduce en el derecho de los afectados (los titulares de los datos) a ser informados sobre los tratamientos de una forma clara y sobre más aspectos de los que hasta ahora contemplaba el artículo 5 de la LOPD, además de contemplar los derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, portabilidad y oposición.
Categorías especiales de datos
Se mantiene la prohibición de almacenar datos de ideología, religión, afiliación sindical, religición, orientación sexcual, origen racial o étnico y creencias. No basta con el consentimiento para el tratamiento de estos datos
Interés legítimo
El tratamiento de datos será lícito si se basa en el consentimiento, en una norma con rango de ley pero también en el interés legítimo de quien trata los datos (en determinadas cuestiones). La nueva LOPD contemplará situaciones en las que prevalece el interés legítimo del responsable del tratamiento como en los sistemas de intervención crediticia y probablemente alineado con el reciente pronunciamiento de la Agencia Española de Protección de Datos a través del Informe 0195/2017 del Gabinete Jurídico aclarando precisamente este aspecto.
El Delegado de Protección de Datos
La nueva LOPD recogerá obligaciones de esta nueva figura así como un catálogo no exhaustivo de responsables de tratamiento que estarán obligados a designar esta figura.
Otras cuestiones
Mecanismos de autorregulación, nuevos derechos (limitación y portabilidad), la posibilidad de que los canales internos de denuncias puedan ser anónimos, coordinación con otras autoridades tanto autonómicas como de otros estados miembros a través de procedimientos de cooperación, serán algunas cuestiones que abordarán el nuevo texto.
Se nos plantean algunas incógnitas una vez el proyecto avance en sede parlamentaria ante el actual panorama político y la particular configuración parlamentaria. Recordemos que el derecho a la protección de datos es un derecho fundamental, recogido en el artículo 18 de nuestra Constitución y su regulación se hace imprescindible para garantizarlo.
Seguiremos informando pero desde luego es hora, si no lo han hecho ya, de ponerse manos a la obra para adaptarse a la nueva legislación pues la nueva LOPD no va a ampliar el Reglamento europeo sino en todo caso lo va a matizar. Esperar a su aprobación sería una temeridad para las organizaciones pues un cambio legislativo como al que nos enfrentamos no se aborda de un día para otro.
La idea es que la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal entre en vigor a la vez que el nuevo Reglamento…
Es hora de reflexionar sobre lo que se está haciendo, cómo se tratan los datos, qué novedades nos exige el RGPD y empezar a hacer los cambios para que el 25 de mayo de 2018 estemos tranquilos.
Paz Martin