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Día internacional de la mujer: una visión del sector legal

Hoy estamos de celebración: mujeres y hombres que creemos en la igualdad. En la igualdad con mayúsculas. En la igualdad que nos beneficia a todos, que no separa ni divide sino que une y crea sinergias y nos hace a todos mejores.

En un día como hoy echamos la vista atrás y podemos afirmar que hemos avanzado mucho. No hay que retroceder a esa época en la que nuestras madres y abuelas necesitaban autorización paterna o de su marido para abrir una cuenta corriente. Hablo de esas actitudes tradicionalmente discriminatorias, muy arraigadas a la cultura y a la sociedad de las que poco a poco nos hemos ido desprendiendo.

El sector legal es prueba de ello. Las mujeres somos ya mayoría en las facultades de Derecho, en la judicatura y en muchos otros órdenes… pero todavía no ocupamos, de forma proporcional, los puestos de responsabilidad que nos corresponderían. Hay muchos menos socias que socios, las altas esferas de la judicatura están mayoritariamente ocupados por varones así como órganos de gobierno y puestos de responsabilidad. Aquí todavía tenemos trabajo por hacer.

No se trata de cuotas. No se trata de imponer. Se trata de que la mitad de nuestra sociedad y del colectivo jurídico estén representados de forma suficiente en las instituciones, en las empresas, en los despachos.

En el mundo de los emprendedores del sector jurídico una buena parte somos mujeres que hemos decidido volar (y a veces estrellarnos para volver a remontar el vuelo). Y nada de esto extraña ya.

Aunque sigamos siendo mayoritariamente las que nos ocupamos de los cuidados (no sólo de los hijos), en esto también hemos avanzado. A mi alrededor todos los padres han sido responsables del cuidado y educación de sus hijos y el rol de «ayudar» ha quedado desterrado para sustituirlo por el de la corresponsabilidad. Queda camino por recorrer, no nos engañemos, pero ya no hay marcha atrás.

Eran otros tiempos en los que en una reunión en la que una de las partes la formaran dos profesionales (hombre y mujer) los interlocutores se dirigieran casi en exclusiva al hombre por considerar (a veces de forma inconsciente) que la voz cantante la llevaba éste. También nos chocaría que nos preguntaran si estamos casadas o tenemos intención de tener hijos o si para nosotras esto es importante… No hace tanto tiempo de esto… Y por supuesto se han ido superando algunos micromachismos muy arraigados en el mundo empresarial…aunque todavía quedan…

Y en este camino nos encontramos trabajando por demostrar cada día que el mundo es de todos. Que somos diferentes (y bendita diferencia) pero que gozamos de los mismos derechos y oportunidades. Que podemos convivir en el respeto, la tolerancia y en la convivencia.

Tenemos una responsabilidad: la educación de las nuevas generaciones. Ellas lo harán posible. Tenemos que conseguir que las niñas no se pongan límites, que se animen a estudiar carreras mayoritariamente «masculinas» (las carreras STEM todavía son nuestra asignatura pendiente), que aspiren a puestos de responsabilidad sin renunciar a su vida, a su familia o a lo que quieran ser. Me gusta encontrarme chicas en los estudios de informática y ciberseguridad donde imparto clases: ellas son poderosas, son listas y aportan eso que tanto hace falta en algunos sectores.

Miro hacia atrás y me complace ver que estamos mucho mejor que cuando yo empecé a trabajar en un despacho, que se me dieron oportunidades y que jamás se me discriminó pero pululaba en el ambiente el fantasma del embarazo (suena horrible pero así es) y la posibilidad de «desaparecer» durante cuatro meses… En esto, gracias a Dios, las cosas han cambiado bastante. Entre todas (y todos) lo estamos consiguiendo. El sector jurídico es un ejemplo de una evolución lenta pero firme. Quizás días como hoy sirvan para reflexionar sobre la conciliación en este sector (pero no sólo de mujeres sino también de hombres que se ven privados de su vida familiar y su tiempo libre por las a veces draconianas jornadas laborales) pero este es otro tema…

Feliz día a todas y que el objetivo sea una sociedad mejor.

#losdetallesimportan

Madrid, 8 de marzo de 2022

Paz Martin